jueves, 19 de diciembre de 2013
TREGUA O TRAICIÓN ?
Usualmente en la política, estas fechas próximas a la Navidad y al Año Nuevo, son tiempos de tegua, de reflexión , de reconciliación, donde todos los bandos se recogen para darse un descanso y darle un descanso al pueblo de tantos problemas y de tanta diatriba. Pero ojo, eso es en tiempos normales y no en tiempos de guerra, porque en tiempos de guerra que yo sepa no hay descanso para el guerrero.
Esta es una guerra contra el totalitarismo y mucho peor aún, contra la invasión castro comunista instaurada desde hace más de una década en nuestro país y que hemos venido batallando con más errorres que aciertos, pero que nos ha permitido ir ganando espacios y sobre todo conformar un ejercito mayoritario de Venezolanos esperanzados en salir de esta pesadilla.
Pero otra vez hemos sido traicionados. Resulta que los líderes de la oposición a quienes el pasado 8 de diciembre el pueblo les dio su confianza eligiéndolos como alcaldes , no han podido hacer cosa mas sencilla que desfilar por el Palacio de Miraflores no solo a mendigar recursos y diálogo sino a escuchar los regaños en un tono grosero y autoritario de un gaznápiro que todavía no ha podido demostrar entre otras cosas que es Venezolano y que ganó las elecciones.
Que tristeza escuchar a Evelin de Rosales alcaldesa de Maracaibo, cabeza de uno de los principales partidos de oposición y esposa de un asilado por persecución política, llamarlo: señor presidente, cuando unos meses antes para ellos y para la mayoría de los venezolanos era sencillamente el ilegitimo.
Me gustaría reiterarles mi posición en cuanto a ese discursito trillado y trasnochado del diálogo, me cabreo cada vez que escucho a un líder de oposición pedirle diálogo a un régimen que ha traicionado a la patria entregándosela a los cubanos, que ha saqueado y destruido al país, que ha acabado con la institucionalidad y la moral de un pueblo, que nos ha dividido, que nos avergüenza cada día más ante el mundo entero por las escenas de circo barato que montan a diario y por ser cómplice de guerrilleros insurgentes y narcotraficantes y que de paso se ha burlado como le ha dado la gana no sólo de los líderes de oposición sino de todo el pueblo.
Mas tristeza me da cuando pienso en los días por venir que les espera a todos los Venezolanos, de escases, de colas, de miserias, de desdicha, de impotencia, de luto, de vergüenza y de humillaciones. Les parecera un poco pesimista de mi parte, pero es que lo otro es que al pérfido se le aparezca otro pajarito y amanezca en enero dándole besitos y abrazos a Capriles, Ledezma, Leopoldo y a Miaría Corina. Eso si sería creer en pajaritos preñados y me perdonan, pero mi nivel de estupidez no llega a ese punto.
A estas alturas del partido yo soy uno de los Venezolanos que no creo en diálogos, ni en reconciliaciones, aquí la pelea es peleando, o nos devuelven el país o nos lo devuelven, sin medias tintas y sin negociaciónes. Lo que toca despues es la reconstrucción, y creanme no va a ser fácil, pasarán décadas antes de volver a ver un buen amanecer.
Si tú que lees estas lineas crees como yo que no hay espacio para diálogos o mejor dicho para seguir siendo humillados por el ilegitimo legitimado por la oposición, puedes decir me gusta, sino, ni te ocupes de hacer un comentario, porqué si en Venezuela no hay espacio para la disidencia, pues en mi muro tampoco, si en Venezuela lo que hay es exclusión, pues en mi muro también; lo que es igual no es trampa. Sencillamente seras excluido.
Finalmente si deciden hacerse los pendejos y dejar pasar (los estrategas cubanos no lo van a hacer) para dedicarse en estos días de tregua a las festividades decembrinas, solo les deseo y fue para lo que en realidad me senté en esta silla, una bellisima Navidad y que el Año Nuevo venga cargado de muchísimas bendiciones para todos. Un abrazo fraterno. Se les quiere y se les recuerda.
Jorge Olivares
sábado, 21 de septiembre de 2013
La culpa no es del cochino, sino de quién lo alimenta
Recientemente conducía hacia mi trabajo en una ciudad del mismisimo Imperio y tratando de buscar algo eufónico en la radio, me tropecé con un jingle que en otrora identificara una campaña de alfabetización denominada ACUDE, que se desarrolló en Venezuela a principio de los años 80 durante el mandato del extinto presidente Luis Herrera Campins.
Por supuesto me llamó la atención escuchar un tema que en su época se instaló en en el inconsciente de todos, ya que desde el punto de vista comunicacional tuvo un verdadero impacto en la sociedad Venezolana.
Mas allá del éxito o no de esta campaña, por décadas, ciento de miles de personas en el país, la utilizamos a manera de chanza para ofrecer inscribir en ACUDE a todo aquel que en nuestro entorno se atreviera a decir o cometer una burrada.
Mayor sorpresa para mí al escuchar el final de la pegajosa canción, que se trataba de un programa mañanero en donde el grupo de personas que lo conducían, se mofaban nada más y nada menos que del cantinflerico (con el perdón del maestro Mario Moreno) Nicolás Maduro, ilustrísimo y excelentisimo presidente ilegítimo de la República Bolivariana de Venezuela.
En ese momento se apoderaron de mi tres sentimientos: tristeza, rabia e impotencia. Tristeza de pensar que Venezuela pasó de ser una referencia mundial por sus riquezas naturales, la belleza de sus mujeres, sus paisajes, su música, sus talentos; a ser, el hazme reír de todo el mundo, por la vulgaridad, las barrabasadas y las payasadas de quienes la han dirigido en los últimos 15 años .
La rabia porque en el génesis de esta historia, un señor al que todo el mundo subestimó creyendo que era un imbecil; arruino la patria, entrego su soberanía, nos dividió y se pasó por el forro del flux a presidentes, reyes, jerarcas de la Iglesia, políticos, medios de comunicación, empresarios, sindicatos y a todo un pueblo que se pasaba por la medida chiquita, una semana debatiendo sobre lo que deliberadamente este personaje siniestro, junto con los no menos maquiavélicos hermanos Castro, diseñaban en su agenda, para entretenernos mientras el país se caía a pedazos.
Para ello utilizaban estratégicamente un libreto de insultos, vejaciones, expropiaciones, violaciones a la constitución, payasadas, cantos, bailes y todo cuanto se le ocurriera para rellenar entre 5 y 7 horas de transmisión de su acostumbrado programa dominical, mas allá de las ciento de cadenas adicionales que teniamos que soportar para verlo inaugurar areperas , empresas y obras que nunca se concluyeron y que en el major de los casos, no fueron funcionales ni productivas. Que imbéciles fuimos.
Pero el asunto no termina allí, resulta que su ilegitimo heredero, siguiendo el mismo guión de su antecesor y por supuesto con la firma y el sello de nuestros colonizadores cubanos, y aprovechándose de lo imbéciles que seguimos siendo, nos vuelve a marcar la agenda del debate, ahora con el cuento del pajarito, los penes, las millonas, la caida de la bicicleta y con el resto de las mamarrachadas que nos horrorizan pero nos divierten y entretienen.
Mientras paralelamente se agudiza la escasez, continúa devaluándose el bolívar, sigue creciendo la inflación, siguen destruyendo lo poco que queda del aparato productivo, siguen endeudando al país, siguen regalando nuestros recursos a otras naciones, nadie sabe donde fueron a parar las reservas en oro, PDVSA y el resto de las industrias básicas en quiebra, los Venezolanos comiéndose un cable, pero repitiendo como loritos la gran estupidez de que tenemos patria, y allí queda todo.
Finalmente la impotencia de saber que por el camino que vamos, a esto le falta mucho para llegar al colorín colorado. Y es que ya vamos para un año con un presidente ilegitimo y con el cuento de que hay que cumplir con las legalidades y nosotros diciéndonos que no pasa de tres meses, que no llega a diciembre, que si a está punto de aparecer la partida de nacimiento que lo hace Colombiano, que si se cae por su propio peso, vamos a tener que calarnolos 14 años más, a menos que alguien tenga la brillante idea de inocularle alguna vaina antes.
Habrán quienes se sientan ofendidos por lo de imbéciles, pero soy de los que piensa que la culpa no es del cochino, sino de quien lo alimenta y hay que ser bien imbecil para seguir alimentando este cochino.
Todavía no conozco ningún ilegitimo que haya salido por una decisión de una corte o algo que se le parezca, sino pregúntenle a los cubanos que viven presos en su propia isla por más de 50 años. A los dictadores e ilegítimos solo los saca un pueblo arrecho y con piedras en la mano. Como dice el refrán “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Jorge Olivares
jueves, 14 de marzo de 2013
HABLANDO DE RESPETO

EN JAQUE Y CON EL REY MUERTO

Suscribirse a:
Entradas (Atom)