martes, 28 de agosto de 2012

NO BASTA UN GESTO DE SOLIDARIDAD Quiero ante todo pedir disculpas si mis palabras ofenden o si se percibe en ellas el más profundo de los resentimientos, el mas profundo de los odios, pero es que no hay manera de contener esta emoción y la impotencia de no poder darle en la madre a estos infelices que todavía tienen el descaro de presentar sus caras bien lavadas y ofrecer gestos y palabras de solidaridad. Maldito ( y que Dios sepa perdonarme) aquel que por ostentar y querer mantener el poder le importa un bledo la vida de sus semejantes. Para este funesto régimen encabezado por Hugo Chavez y secundado por un enjambre de maleantes que no hace falta ni nombrarlos porque son harto conocidos por todo el país, nunca fue, ni sera suficiente el clamor de cientos de Venezolanos que a diario les advierten las consecuencias del mal manejo que han hecho y están hacienda de los recursos y las instituciones . Para no ir tan lejos y no caer en detalles me viene a la mente la desdichada escena donde esta mala reproducción del anticristo, celebraba en cadena nacional la caída del viaducto Caracas La Guaira, donde afortunadamente no hubo perdidas humanas (no que se sepa) pero si un duro golpe para el bolsillo de todos los venezolanos. No bastaron voces expertas y comunicados del Colegio de Ingenieros, advirtiendo que esto iba a suceder, que esta importante vía de comunicacion, así como muchas otras infraestructuras en el país estaban y siguen estando a punto de colapsar. Este ser mal nacido solo se dedicaba a burlarse y descalificar, llenando de improperios e insultos a todo aquel que se atreviera a decir que en el mar de la felicidad las cosas andaban mal. Nunca son suficientes las voces de ciento de miles de Venezolanos clamando por justicia porque han perdido un familiar en manos del hampa , ni porque han perdido sus trabajos, ya que usted y su nido de sabandijas los echan a las calles sin piedad alguna por el solo hecho de disentir de su maldito régimen. Nunca serán suficientes las voces que le advierten que su política de expropiacion, de intervención y de destrucción esta acabando con lo poco que nos queda de País. No existe prelado, ni experto petrolero, ni político, ni periodista, ni economista, ni líder vecinal o sindicalista que pueda advertir sin que sea un tarifado del imperio, un escuálido ,majunche, apátrida y pare usted de contar las barbaridades que de la cloaca de su boca salen. Ya me toco observar y ser testigo en la oportunidad de estar como instructor en PDVSA de un grupo de muchachos que se preparaban para ser operadores de planta en el Complejo Refinador de Paraguana, de la calidad de gente en manos de quien estaba nuestra industria petrolera, lo que en otrora fuera un icono de eficiencia y meritocracia. Pues sepa usted señor presidente (insisto, si así se le puede llamar), que el país entero es testigo de las incontables veces que se le ha dicho que las cosas en la Industria Petrolera no estaban bien, que las plantas no estaban funcionando como tenían que funcionar, que las personas que estaban al frente no tenían la capacidad, que no se le estaba hacienda el debido mantenimiento a las plantas, a los equipos y a la infraestructura, que PDVSA mas allá de estar repartiendo bolsas de comida de Mercal , televisores,cocinas, neveras y camas, tiene una misión muy especifica y delicada a la cual dedicarse. No con esto quiero decir que la empresa no se ocupara de las necesidades del pueblo, pero existen y siempre han existido los mecanismos a través de los aportes y las donaciones a otras instituciones que que muy bien se han podido dedicar a estas labores y no distraer el fin principal de la industria y que solo ha servido para lucrar los bolsillos de unos cuantos malandrines. Sepa usted que el país entero es testigo de la cantidad de veces que se le advirtió que el inefable Rafael Ramirez y unos cuantos mas, lo único que han hecho aparte de cobrar la bola de millones que tienen como sueldo, es hablar paja y hacer negocios fraudulentos y para su propio beneficio con los recursos de todos los Venezolanos. Ahora señor presidente, no basta que usted y su flamante ministro con su vocecita de pendejo, como que si no quebrara un plato, salga a solidarizarse con las victimas y familiares de las victimas y a decretar tres días de duelo nacional, como que si con eso fuera suficiente para apaciguar el dolor que sienten los afectados, y el sufrimiento físico de quienes todavía se debaten entre la vida y la muerte en un hospital. No basta ni siquiera una disculpa, no basta que diga que fue un saboteo de la oposicion, no bastan las excusas, ya nadie le cree, al menos el país decente y sepa que me atrevería a pensar que en su infinita maldad usted sea el responsable de esta barbaridad para sembrar mas odio y que cada día sea mas distante una posible conciliación entre los Venezolanos, cosa que bien le convendria para sus macabros planes. Sepa usted si es que aun no se ha dado cuenta y nadie se lo ha dicho, que el único magnicida que esta detrás de usted es “la pelona”, y que a ese no hay servicio de inteligencia que le eche garra, ni valentón que se le escape. Además sepa usted señor presidente que tampoco eso basta. Antes de emprender el camino al infierno donde no hay tiempo ni espacio, donde no se va a tener que preocupar por reelegirse cada 5 o seis años donde muy probablemente arda como ardieron muchos de los compatriotas que cayeron en esta terrible desgracia; sepa usted y tengalo muy presente, que antes de entrar en ese camino, de seguro se conseguirá cara a cara y en fila india con todos y cada uno de los venezolanos que se han tenido que ir forzosamente por su ineptitud, negligencia y maldad. De verdad que no me gustaría estar en su pellejo, ni mucho menos se lo deseo. Lo que si le deseo es que Dios lo perdone y lo agarre confeso.