JUSTICIA DE PLASTILINA

Escuchaba aquí en Los Angeles (léase en el mismísimo imperio) a una bella y educada joven, que se encontraba vacacionando, hablar de lo maravilloso que es el gobierno de Hugo Chavez. Yo no daba crédito a que una persona con esos atributos pudiera ser Chavista, hasta que supe que trabajaba para una alcaldia roja rojita, y lo entendí. Me gustaría dos semanas despues preguntarle a esta chica tan convencida de las bondades de este régimen, que opina de las declaraciones del excelentisimo exmagistrado Eladio Aponte Aponte. Supongo que tendrá la misma opinión de Diosdado, Maduro Y Jaua; dirá, que este señor, si es que se le puede llamar así, es un delincuente, traidor, cobarde, apatrida y tarifado o vecero de la oposicion. Pues fijense que yo si creo que es todo eso, menos lo ultimo. Y es que yo definitivamente no entiendo tanto polvorin, si es que este hombre no ha dicho nada que ya no supieramos todos los Venezolanos, salvo aquellos que como esta joven y bella dama, que por estar atados a un sueldo en el gobierno o a sustanciosas sumas de dinero producto de negociaciones generalmente fraudulentas, se niegan a ver mas alla de sus narices. Y es que Aponte Aponte no escapa de ser un caiman mas , de ese pozo septico denominado Gobierno de la Republica Bolivariana de Venezuela, y no deja de ser complice, asi como Baduel, Velasquez Alvaray, Falcon y tantos otros, de las marramucias y barbaridades cometidas por este nefasto régimen. Y cuando digo gobierno no solo me refiero al poder ejecutivo, sino a todos los poderes, incluyendo al moral. Ahora, yo me pregunto de donde salio este personaje que parece sacado de las historietas de Julian y Chuchin (digo por lo cantinflerico). No fue de la misma sala de parto desde donde por cierto Diosdado y Maduro, junto con el resto de la jauria legislativa chavista, seleccionaron a todos los magistrados, rectores electorales, fiscales, procuradores y miembros del poder inmoral?. Y me pregunto: ¿que diferencia habrá entre Aponte Aponte y el resto de los “elegidos”?. Pues yo creo que la respuesta es elocuente a decir por lo expresado por el mismo exmagistrado cuando confiesa abiertamente que el actuaba “pulcra y lealmente” obedeciendo los mandatos del gobierno y no al mandato de la constitución, so pena de perder el cargo. Vaya hombrecito, da pena ajena. Pero con todo este circo ¿será que el creía que estaba descubriendo el agua tibia?. Seguramente con esa cara de bobalicon pensó que nosotros los pendejos no sabíamos que todos los casos penales vinculados al narcotráfico son manipulados al antojo de los narcomilitares y narcofuncionarios del gobierno, así como que Mazuco, Afiuni, y los comisarios entre tantos otros, son presos políticos. Que buena parte del alto mando militar, de esos que tienen a cuestas una pila de soles pero sin credenciales para ostentar sus posiciones, son los zares de la droga en Venezuela. Que pendejos somos los venezolanos que no sabemos que le llaman el cartel de los soles. Tampoco nos hemos dado cuenta de las violaciones a los derechos humanos, de la vinculación del gobierno con grupos guerrilleros y terroristas, ni de la entrega en bandeja de plata de nuestra soberanía a los cubanos. Por supuesto que tampoco sabemos que desde el plan Bolívar 2000 a comienzos de esta pesadilla de gobierno y hasta el reciente escándalo por los contenedores con los miles de millones de toneladas de comida podrida (como la conciencia de todos ustedes), tienen el sello de militares, funcionarios y afectos de este régimen Pero lamentablemente usted señor Aponte es victima como lo serán muchos otros de la traición de sus camaradas, lo que finalmente lo obligo a darse cuenta que lo iban a medir con la misma vara con la que usted y sus colegas han medido a muchos, y según usted “eso no es justicia”, Además que con conocimiento de causa usted sabe que no tiene garantías, por eso prende el ventilador para embarrar de mierda a todos. Le quedo buena esa. Ahora no le queda de otra sino arrepentirse. Que valido es el arrepentimiento, aunque sea demasiado tarde al menos para aquellos que llevan años privados de su libertad sin ninguna consideración. Que pensaran de usted las madres, las esposas, los hijos y toda la familia de todos los que han perdido sus años tras las rejas por la cobardía de gente como usted, sin dignidad, que por mantener un cargo se prestan a semejante mamarrachada. La justicia divina no es de plastilina como usted califico la nuestra, y tanto los payasos como el dueño del circo tendrán que comparecer ante ella. Ya encontrara suficiente material el amigo William Ojeda para reeditar el libro “Cuanto vale un juez”, podría fácilmente resultar en una enciclopedia. Amanecerá y veremos. Jorge Olivares Acosta